La ofrenda floral del acto conmemorativo del bombardeo correrá a cargo de Rosario Mendibe. Rosario acudía a la Ikastola del Batzoki junto con otros setenta alumnos. El levantamiento fascista se llevó por delante el proyecto de la Ikastola del Batzoki y muchos sueños más. Rosario fue una más entre muchas que cayó en el estar en el bando perdedor. Su familia tuvo que huir de casa para encontrarse a la vuelta sin ella; dieron por muerto a su padre, supuestamente fusilado (estaba vivo en un batallón desciplinario en Extremadura); dos hermanos de su madre en la cárcel… A todo ello se suma el ambiente represivo de la escuela franquista para con todo lo que supusiera ser euskaldun.
La Ikastola del Batzoki
El curso escolar en dicha Ikastola dio comienzo el 28 de octubre de 1935 con sesenta niños y niñas, y estaba situado en el Teatro-cine Tabira de la plaza Ezkurdi. Rosa Mendibe fue alumna de esa promoción.
Bombardeo del 31 de marzo
Rosario y su fdamilia vivían en Iurreta por aquel entonces. Recuerda el terror y el estruendo provocado por el bombardeo pero afortyunadamente no causo bajas en su enterono familiar. Lo que Rosario no puede olvidar es auqel día posterior al bombardeo en el que cruzo el devastado casco viejo de Durango junto a su padre y el miedo que le provocó aquel paisaje desolador.
De Iurreta a Bilbao
Después de los bombardeos Rosario y su familia se quedaron en Iurreta hasta el 26 de abril. Ese día, con las tropas fascistas a punto de entrar en Durango dejaron su casa y partieron ahcia Bilbao. Rosario recuerda haber visto en Amorebieta a varios heridos que llegaban de la recién bombardeada Gernika.
De Bilbao a Santander y vuelta a casa
Al padre de Rosario lo llevaron al frente los gudaris. Rosario, su madre y otros cinco hermanos salieron de Bilbao, también bajo bombardeos, y se dirigieron a Cantabria.
Cuando los fascistas tomaron Santander la familia puso rumbo a casa. Nada más llegar a Iurreta supieron que el dueño de la casa había vendido las tejas del tejado de su casa a otro, de modo que se quedaron sin casa. Por si esto fuera poco, a su madre le dijeron que su marido había caído preo en Peñas de Lemona y había sido fusilado (quisieron relacionarlo con los fusilamientos del 25 de septiembre de 1936).
Escuela franquista y represión
A la vuelta Rosario acudió a las escuelas de La Villa. Ella había estudiado en euskera en la Ikastola del Batzoki y en La Villa se encargaron de recordarle que aquello era la escuela franquista. Rosario guarda amargos recuerdos de su paso por la escuela: castigada por hablar en euskera, tenían que cantar el "Cara al sol" para porder comer en el Auxilio Social. Tampoco puede olvidar el desprecio de la madre de una amiga de la escuela que la echó de casa porque "olía a roha". Malos tiempos para estar en el bando perdedor.
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