Benita Uribarrena Bollaín: una duranguesa resistente

Benita Uribarrena Bollaín falleció en Le Soler (Catalunya Nord) el 12 de octubre del 2011 pero nació en Durango el 16 de marzo de 1922. Entre esas dos efemérides se concentra una historia de lucha, compromiso y dignidad de una mujer y toda una familia.

Benita Uribarrena Bollaín tenía quince años cuando después del bombardeo del 31 de marzo de 1937 su familia fue evacuada. Como muchas otras vascas llegó a Francia en el buque La Habana el 2 de junio de 1937. Acababa de dejar atrás una guerra y no tardaría en encontrarse con otra: la II Guerra Mundial. Benita era militante del PCE y se involucró de lleno tanto en la resistencia francesa contra la ocupación nazi, como en la resistencia antifranquista jugándose la vida en ello.

La historia de Benita Uribarrena es la historia de una resistente duranguesa que merece ser conocida.

 

LA FAMILIA de Benita Uribarrena Bollaín era una familia en la que se palpaba la ideología de izquierdas y sus valores. Su padre, Santiago Uribarrena Munitxa era trabajador del ferrocarril y socialista. La madre, Benita Bollaín Bilbao regentaba el kiskoco de prensa de Ezkurdi y era comunista. Benita Uribarrena era la más joven de cuatro hermanos que también compartían militancia comunista.

 Benita la Periodista
La madre de Benita Uribarrena también se llamaba Benita: Benita Bollaín Bilbao. Era también conocida en Durango como “Benita la Periodista” ya que tenía el kissco de prensa y solía ser ella la que informaba de varios sucesos a los durangueses. Parece ser que fue ella quien en 1931 adelanto a los durangueses que se iba a proclamar la República, hecho por el cual fue detenida y castigada.

El padre muere en 1934
Santiago Uribarrena Munitxa creció en el seno de una familia carlista. Sin embargo, debido, seguramente, a su trabajo en los ferrocarriles y el ambiente laboral, abrazó las ideas socialistas. El octubre de 1934 fue un mes de huelgas y luchas obreras. Los trabajadores del ferrocarril, Santiago entre ellos, habían hecho acopio de unas cuantas armas y las habían escondido en el río. Alguien los denunció y una noche de diciembre la guardia civil acudió en busca de Santiago. Obligado a meterse en el río para sacar las armas de donde las escondían, en plena noche de diciembre, Santiago enfermó gravemente por ello y su vida solo se prolongó unos cuantos días más. Falleció el 30 de diciembre de 1934.  El suyo fue el primer funeral civil que se celebró en Durango.

Bombardeo y evacuación

Después del alzamiento fascista de julio de 1936, Nati y Santiago, hermanos de Benita, se alistan y van al frente a luchar a favor de la República.  Benita, su hermana María y su madre vivieron en Durango hasta que, tras los bombardeos del 31 de marzo de 1937, fueron evacuadas. El 2 de junio de 1937 llegaron a Francia a bordo del buque La Habana, con lo puesto. Seguramente ninguna de las tres mujeres se imaginaba entonces que nunca volvería a vivir en Durango.

En la Resistencia contra la ocupación nazi
Benita Uribarrena Bollaín era miembro del PCE y su compromiso la llevó a tomar parte activa tanto en la Resistencia francesa que luchaba contra la ocupación nazi como en la resistencia antifranquista. Cabe señalar que no era una tarea que acometía ella sola. En realidad, toda su familia estaba directamente involucrada en ambas luchas. Durante la ocupación nazi fue en una ocasión detenida cuando portaba dinero y documentos de la Resistencia pero se las apañó para evitar un fatal desenlace.

En la Resistencia antifranquista
Más tarde, cuando Benita residía ya en Perpignan su tarea consistía en trasladarse cada semana en tren a París y recoger allí la publicación Mundo Obrero para introducirla después en la península. En otras ocasiones ayudaba a militantes en busca y captura a cruzar la frontera o llevaba dinero o documentación de todo tipo a sus camaradas que resistían bajo la dictadura de Franco.

52 años después vuelve a Durango
Corría el 12 de mayo de 1989 cuando Benita Uribarrena Bollaín volvió a pisar su Durango natal. Su hija Marina recuerda que a pesar de los años que Benita pasó fuera de Durango, cuando volvió a la villa, recordaba con detalles varios acontecimientos que marcaron su infancia y, en gran medida su futuro.

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