Esteban Nicolás Barreña Elizegi nació en Errenteria pero pronto llegó a Durango con su familia, donde vivió en Kalebarria.
Con 19 años, en 1932, fue detenido junto a varios compañeros en Durango, acusado de repartir propaganda y participar en reuniones anarquistas, tal como relata un escrito del alcalde de Durango de la época. Junto a él, también fueron detenidos y torturados, entre otros, sus compañeros Mauricio Aizpurua, Jose Maria Larrinaga, Patxi Raposo, Isidro Etxaburu, Epifanío Osoro, Juan Ibarra y Balbino Morado. El juez los exculpó (06-09-1933), pero a partir de ese momento en la vida de nuestro tío y nuestra familia no hubo mucha tranquilidad.
Desde muy joven militó en el movimiento anarquista de Durango. Fue acusado del asesinato del Jefe de los Municipales Ignacio Rojo (02-01-1934), junto con Mauricio Aizpurua. Por ello, huyó de Durango. Más tarde, en 1942, en tiempos de la dictadura franquista, Mauricio Aizpurua fue declarado inocente en el juicio por el asesinato de Rojo, pero Nicolás fue declarado en rebeldía, por no presentarse al juicio, cosa imposible de hacer al estar desaparecido. Nuestro tío siempre se declaró inocente ante su familia.
Al estallar el alzamiento militar fascista combatió con las Milicias Vascas en la defensa de Irun. Pronto se incorporó al Batallón Malatesta con sus amigos durangueses Mauricio Aizpurua y Patxi Raposo. Tras recorrer números frentes de batalla, en 1937 fue sargento del Batallón de Infanteria II 4ª Brigada.
Sus padres y hermanos lo vieron por última vez en Santander, al despedirse de su madre y hermanos que tomaron un barco camino del exilio. Pronto fue hecho preso por los fascistas. El 5 de septiembre de 1937 escribió una carta a Guadalupe Iraola, tía de su madre, en la que se le comunicaba su cruda situación. Ese es el último testimonio que sus familiares tenemos de él.
Estuvo trabajando en la construcción del campo de aviación de la Legión Condor en Pontejos, Santander, donde era conducido desde el campo de concentración de El Sardinero, en donde, al parecer, protagonizó una fuga con otros presos. Así lo cuenta un informe de los responsables del campo de concentración en un informe firmado el 13 de octubre en el que narran una fuga presuntamente ocurrida el 11. Tenía 24 años.
Nuestro tío fue hecho desaparecer por los fascistas. Nuestra familia jamás ha sabido quién lo asesinó, ni dónde, ni cuándo. Jamás hemos sabido donde fue enterrado; nadie se acercó a la familia a contárselo. Nuestros abuelos realizaron diversas gestiones para conocer lo sucedido, y también mis tíos, pero no hemos logrado saber nada. Desconocer dónde descansa nuestro tío ha sido, y hoy todavía lo sigue siendo, un peso terrible para todos nosotros.
Agur eta ohore osaba, inoiz ikusi barik ezagutu eta maitatu dugun osaba!
Andoni eta Loli Barreña