Antes de la guerra trabajó en OLMA de Durango. Durante la guerra luchói contra el fascismo. Hecho preso, conoció las prisiones de Santoña y Puerto de Santamaría. Luego también lo tuvieron en batallones disciplinarios de trabajadores en la zona de Valladolid.

En la posguerra se casó con Mari Urizar y tuvieron dos hijos. Como a Gabriel no le daban permiso de trabajo por su pasado, finalmente, su mujer Mari y él abrieron el bar Anboto en la calle Goinekale de Durango.

 

El Bar Anboto fue un punto de encuentro para todo tipo de antifranquistas.